Huerto de manzanas con vistas al horizonte de Fráncfort

No hace falta irse muy lejos de la ciudad para encontrar paz y relajación absolutas. Como en el manzanar de Andreas. Aunque a lo lejos se divisa el horizonte de Fráncfort, no se puede estar más lejos de la gran ciudad. El zumbido de las abejas entre los manzanos en flor. Ya no hay tráfico.

Es un pequeño paraíso. Puestas de sol sobre los campos, largos paseos por los caminos rurales, una hoguera bajo las estrellas por la noche y relajarse entre los manzanos. Si necesitas hacer algo de ejercicio, hay una ruta perfecta para correr justo delante de la puerta de la caravana. El río Meno está a poco menos de seis kilómetros. También puede llegar rápidamente a pie o en bicicleta a la pequeña ciudad de Eddersheim, a orillas del Meno. Si prefiere dejar que los demás corran pero quedarse usted sentado, podrá contemplar tranquilamente la maduración de las manzanas y disfrutar del silencio.

El maestro de las manzanas se llama Andreas. Es su amable anfitrión. Si quieres ayudar con la cosecha de manzanas en septiembre y octubre, sólo tienes que pedírselo. Los ayudantes son siempre bienvenidos.

P.D.:

El camping es apto para autocaravanas y furgonetas; las autocaravanas más grandes y los camiones de lujo tendrían problemas de acceso.